Nuestra historia comienza a principios del 2016, cuando arreglando una pequeña casa anexa a la nuestra, lo que nosotros llamábamos Casucho, empezamos a pensar a que podíamos dedicar esa construcción; nuestra hija mayor nos dijo porque no lo dedicábamos a un albergue, que ella en alguna ocasión haciendo el camino se había encontrado con albergues algo alejados que proporcionando el servicio de transporte se dedicaban a alojar a los peregrinos, la idea nos pareció buena, y fue así como con ilusión y sin saber lo que el futuro nos depararía, nos pusimos manos a la obra.

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Permisos, acondicionarlo para el fin, … y buscar un nombre… tarea complicada, buscar un nombre…, la verdad es que desde un principio tuvimos claro lo de mantener el nombre de Casucho, pero sólo? No, había que completarlo y después de muchas vueltas y pensando en el pasado de la construcción nos acordamos de una mujer que había vivido en él hacía más de cincuenta años con sus cabras, la Sra. Peregrina, y fue así como surgió su nombre Casucho da Peregrina, y que mejor nombre cuando sus huéspedes iban a ser mayoritariamente peregrinos. Así que dicho y hecho su nombre sería Casucho da Peregrina.

Sería un pequeño albergue con capacidad para cuatro personas, pero ello nos iba a proporcionar el poder dar un trato más personal y cercano a quienes decidiesen alojarse con nosotros. Fue nuestra primera experiencia dentro del mundo del hospedaje, una experiencia que duró apenas cuatro años, pero que fue intensa. Por nuestro albergue pasaron personas de muchos rincones de España y del mundo, personas que nos iban contando la historia de sus vidas, sus vivencias en el camino, sus alegrías e incluso sus tristezas, personas que compartían con nosotros su vida como si nos conocieran de siempre, personas que han dejado huella en nosotros, y a las que siempre estaremos agradecidos de haber formado parte de nuestras vidas.

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A finales del 2019 nos vimos obligados a cerrar nuestro pequeño albergue indefinidamente, pero no nos hacíamos a la idea de perder todo contacto con este mundo, y fue a principios del año 2020 cuando empezamos con este nuevo proyecto, abrir un albergue en el pueblo. Está claro que no va a tener la esencia del pequeño albergue, pues la ubicación de uno y otro nada tienen que ver, pero nosotros vamos a seguir con la misma ilusión que teníamos cuando empezamos ofreciendo un trato personal y cercano a todas las personas que decidan compartir un ratito de su vida con nosotros.

Y como no, otra vez surgió el nombre, como lo íbamos a llamar?, pues después de pasar por muchos nombres, decidimos que aunque este nuevo albergue ya nada tenía que ver con nuestro pequeño albergue, mantendríamos el nombre, en recuerdo a nuestros inicios.

Bienvenidos al Casucho da Peregrina.

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